domingo, 21 de octubre de 2012

QUANTUM GRAPHITY,OTRA TEORÍA SOBRE EL ORIGEN DEL UNIVERSO

El universo pudo surgir como la cristalización de átomos de espacio tiempo


Un grupo de físicos teóricos ha propuesto una explicación alternativa al origen del universo. En vez de entender el Big Bang como la expansión de un punto infinitamente denso de energía, plantean que el comienzo del espacio y el tiempo pudo deberse a un cambio de fase. Como cuando el agua se transforma en hielo.
«Los filósofos de la antigua Grecia se preguntaban de qué estaba hecha la materia: ¿era acaso un continuo, o estaba compuesta de partículas elementales e indivisibles?», explica James Quach, líder del proyecto. «Gracias a potentes microscopios, nosotros sabemos que está formada por átomos». De igual manera, asegura, Einstein propuso que el espacio y el tiempo eran continuos y que fluían con suavidad. Su grupo y él creen que esto podría no ser cierto a escalas muy pequeñas.
«Una nueva teoría, conocida como Quantum Graphity, sugiere que el espacio podría estar formado también por pequeños bloques indivisibles, como pequeños átomos», afirma Quach. El problema sería que estos ladrillos fundamentales del universo serían demasiado pequeños para poder ser detectados.
Pero para que algo sea ciencia es necesario que se pueda poner a prueba. La refutación es la herramienta básica del método científico, por lo que las hipótesis para la que no se pueden hacer ni predicciones ni experimentos se quedan en una meras curiosidades. Este no es el caso. Si no pueden ver los bloques fundamentales, ¿cómo se confirma o se rechaza? Buscando las grietas.

Grietas en el «universo»

«Imagina el universo como si fuese un líquido. Cuando se enfría, secristaliza en las tres dimensiones espaciales y en la temporal que vemos hoy. Teorizado de esta manera, según el universo se enfría uno espera encontrar ciertas grietas y fisuras, igual que las que se forman cuando el agua pasa a convertirse en hielo», explica Quach. Su equipo confía en que estos defectos sí puedan detectarse.
«La luz y otras partículas deberían curvar su trayectoria o incluso reflejarse en estas fisuras, y por tanto, en teoría deberíamos ser capaces de detectar esos efectos», concluyó.
Esta nueva hipótesis sobre el origen del universo se ha publicado en la revista Physical Review D, dedicada a partículas, campos, gravitación y cosmología.

LEYENDA DE LA OSA MAYOR

Hacía mucho tiempo que la lluvia no regaba la tierra. El calor era tan fuerte y estaba toda tan seco que las flores se marchitaban, la hierba se veía seca y amarillenta y hasta los árboles más grandes y fuertes se estaban muriendo. El agua de los arroyos y los ríos se había secado, pozos estaban yermos y las fuentes cesaron de manar. Las vacas, los perros, los caballos, los pajaros y la gente se morían de sed. Todo el mundo estaba preocupado y deprimido.
Había una niñita cuya madre cayó gravamente enferma.
-Oh!-dijo la niña-, estoy segura de que mi madre se pondría buena de nuevo si pudiera lleverle un poca de agua. Tengo que encontrarla. Así que cogío un pequeño cucharón y salío en busca de agua.
Andando, andando, encontró un manantial diminuto en la lejana ladera de la montaña. Estaba casi seco. Las gotas de agua caían muy lentamente de debajo de la roca. La niña sostuvo el cucharón con cuidado para recoger aquellas gotitas. Al cabo de mucho, mucho tiempo, acabó de llenarse.
Entonces la niña emprendío el regreso asiendo el cazo con muchísimo cuidado porque no quería derramar ni una gota.
Por el camino se cruzó con un pobre perrito que aduras penas podía arrastrarse. El animal jadeaba y sacaba la lengua fuera de tan seca que la tenia. -Oh, pobre perrito -dijo la niña-, qué sediento estás.
No puedo irme sin ofrecerte unas gotas de agua. Aunque te dé un poco, todavía quedará bastante para mi madre.
Así que la niña derramó un poco de agua en la palma de su mano y se la ofrecío al perrito. Éste la lamio con avidez y se sintió mucho mejor.
El animal se puso a brincar y a ladrar, talmente como si dijera:
-Gracias, niña!
Ella no se dio cuenta, pero el cucharón de latón ahora era de plata y entaba tan lleno como antes. Se acordó de su madre y siguío su camino tan rápido como pudo. Cuando llegó a casa casi había oscurecido.
La niña abrío la puerta y se dirigío rápidamente a la habitación de su madre. Al entrar, la vieja sirvienta que había trabajado durante todo el día cuidando a la enferma se acercó a ella. La criada estaba tan cansada y sedienta que apenas pudo hablar a la niña.
-Dale un poca de agua -dijo su madre-. Ha trabajado duro todo el día y la necesita más que yo. La niña acercó el cazo a los labios de la sirvienta y ésta bebió un poco;en seguida se sintió mejor y más fuerte, se acercó a la enferma, y la ayudó a enderezarse.
La niña no se percató que el cucharón era ahora de oro y que estaba tan lleno como al principio. La pequeña acercó el cazo a los labios de su madre y ésta bebió y bebió.
¡ Se encontró tan bien! cuando terminó, aún quedaba un poco de agua en el fondo.
La niña iba a llevárselo a los labios cuando alguien llamó a la puerta. La sirvienta fue a abrir a apareció un forastero. Estaba pálido y cubierto de polvo por el largo viaje.
-Estoy sediento -dijo-. Podrias darme un poca de agua?
La niña contestó:
-Claro que sí, estoy segura de que usted la necesita mucho más que yo. Bébasela toda.
El forastero sonrió y tomó el cucharón. Al hacerló, éste se convirtio en un cucharón hecho de diamantes. El forastero dio la vuelta al cazo y el agua se derramó por el suelo.
Y allí donde cayó, brotó una fuente. EL agua fresca fluía a borbotones en cantidad suficiente como para que la gente y los animales de toda la comarca bebieran tanta como les apeteciera. Distraídos con el agua se olvidaron del forastero, pero, cuando lo buscaron, éste había desaparecido. Creyeron verlo desvanecerse en el cielo, y, en efecto, allá en lo alto del firmamento destellaba algo parecido a un cucharón de diamantes.
Allí sigue brillando todavía para recordar a la gente a esa niña amable y generosa. Es la constelación que conocemos por la Osa Mayor.
FIN